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Opinión 💭 

En el 2020 lideraba una página web en donde los estudiantes de comunicación social periodismo podían, no solo publicar los mejores trabajos realizados en las diferentes asignaturas, sino que armamos un grupo comprometido con el periodismo para realizar contenido que permitiera más tráfico en la página y por supuesto que generara interés académico y de actualidad. 

Las estudiantes proactivas, crearon secciones interesantes que le daban un aire juvenil al sitio y se veía el interés por publicar contenido de calidad, finalmente era la imagen de la institución donde se estaban educando, la que estaba en juego, que terminaba siendo, la misma imagen de los estudiantes. Todos los contenidos se divulgaban por la red oficial del programa, por supuesto su objetivo era de marketing, y el interés siempre de la página de los estudiantes era otro, así que se solicitó un permiso para tener las propias redes sociales. Esta solicitud se hacía como una formalidad, porque sabíamos que muchos medios universitarios tenían sus propias redes para divulgar el contenido de la página, sin embargo nos fue negada esta solicitud y tuvimos que trabajar bajo las políticas que obviamente, tenía el medio del programa. 

Un día, una estudiante tuvo la idea de generar contenido periodístico en TikTok, motivada por un grupo de jóvenes que lo estaban intentando en esta red y que cada vez tenían más seguidores. Hicieron los primeros videos y les fue muy bien. Así que divulgué con orgullo esta idea de mis estudiantes en mi red social Facebook, recibiendo una felicitación del director del programa. Al siguiente día fui llamada por mi jefe, quien muy molesta me dijo que nadie me había autorizado a que las estudiantes subieran contenido en esta plataforma, que el Decano no estaba de acuerdo con esa red social. Aclaro, que en TikTok no estaba el nombre de la institución y mucho menos el del programa, solo el nombre del medio que manejábamos. Las estudiantes molestas, tuvieron que aceptar, que aunque les estaba hiendo bien en la red social, ya no podían subir más contenido, porque las directivas del programa no estaban de acuerdo. 

Entonces, se les ocurrió convencer a las directivas de manera académica. La importancia de subir contenido de calidad a esta red, generaba más visitas al sitio web y sería un gran beneficio para los estudiantes. Estábamos convencidos que las redes eran necesarias para llegar al público joven, por supuesto con contenido de calidad. Organizamos un evento en donde los invitados eran jóvenes que estaban haciendo contenido periodístico digital, usando las redes sociales para informar. Cuando presenté a los invitados para la aprobación, al único que me rechazaron, fue al joven que subía noticias a TikTok, aunque estaba argumentado con cifras y con el buen impacto que estaba generando con su contenido, me repitieron de nuevo que el Decano no estaba de acuerdo con esa red social; para no pasar por la pena de decirle al invitado que ya no iba, las estudiantes le preguntaron si él manejaba otros medios y les contó que ellos enviaban boletines con las noticias más relevantes al WhatsApp de los suscriptores completamente gratis, estaban presentes también en Instagram, así que cambiamos el nombre de su ponencia para que pudiera entrar como invitado y que no nos pusieran problema. El evento fue virtual y tuvo buenos comentarios por los estudiantes, pero no logramos cambiar la decisión de las directivas.

En el 2020 TikTok no tenía buena acogida en muchos países, era criticada porque decían que tenía contenido "indecente". El 3 de agosto de ese año, el presidente Trump amenazó con prohibir esta red social en todo Estados Unidos, su argumento era porque se debía hacer una negociación con una empresa estadounidense para comprar TikTok. Finalmente firmó una orden para prohibir las transacciones, pero unos meses después fue bloqueada la solicitud por un juez federal. No solo Estados Unidos quería prohibir esta red social en el país, también por el gobierno de India en junio del mismo año, debido al choque fronterizo. Pakistán el 9 de octubre, aseguraba que el contenido de videos era inmoral, pero revirtió su prohibición diez días después. Este año no fue el mejor para esta red social, llevaba solo dos años disponible para el mundo. En China fue aceptada inmediatamente desde su lanzamiento en el 2016. En octubre de 2020 superó a los dos mil millones de descargas móviles en todo el mundo. Los estudiantes supusieron que estos rechazos de países no era visto con buenos ojos por el Decano, sobre todo si quien rechazaba la red social era Estados Unidos. 

En el 2021 pudimos ver que no solo los medios tradicionales de información estaban presentes en esta red social, subiendo contenido como el que habían comenzado a realizar las estudiantes de la universidad, sino que también instituciones universitarias estaban subiendo contenido muy bueno en esta red. La cultura: teatro, música, pintura, literatura y todas las expresiones artísticas comenzaron a visibilizarse en TikTok. Claro que encontramos contenido ridículo, hay información falsa, pero no podemos negar que también hemos aprendido con toda la información que suben, profesores, académicos, expertos en todo tipo de temas. Estos videos de no más de tres minutos, le han explicado de una manera creativa y eficiente a los estudiantes cómo resolver una ecuación, han conocido de historia, del trabajo de las mujeres durante muchos años, cómo controlar las emociones, cómo pintar un cuadro, cómo hacer una pasta para llevar al trabajo o a la universidad. 

Proyecto La Sergio en Debates. Colegio José Joaquín Casas. 📷DianaSochaHernández

Muchos académicos analizan y repelen todo lo que esta pasando actualmente con lo digital, añoran, extrañan cómo se venía compartiendo información y cómo se aprendía de ella. Recuerdo que cuando estudiaba en el colegio, el castigo para los niños era quitarles el televisor si no tenían buenas calificaciones, los profesores culpaban el contenido que veían en televisión con su comportamiento y el rendimiento escolar.  En la universidad analizábamos, cómo podríamos integrar este medio, la radio y la prensa en un ambiente educativo, y aparecían autores como Mario Kaplún, Daniel Prieto Castillo, María Teresa Quiroz, César Rocha, entre otros, dedicados a explicar la importancia del buen uso de estos medios como recurso académico. Realizaron proyectos en donde se explicaba la utilidad de estos medios; los docentes y los estudiantes comprendían que podían volverse aliados y no el eterno enemigo de la educación. 

Ahora con las redes sociales, los adultos de nuevo, ven solo lo malo, el contenido es "indecente", "inapropiado", "vacío", "ridículo", y si, es cierto que todo eso se encuentra en ellas, pero por qué no aprovecharlas para subir contenido de calidad, en donde se pueda educar, en donde se pueda enseñar y donde también podamos aprender. Considero que esto se esta logrando, tres años después del caos que generó esta aplicación en mi trabajo, veo docentes subiendo contenido para sus clases interesante y estudiantes que tienen excelente contenido sobre intereses personales. 

He conocido escritoras, pintoras, cantantes, he aprendido de historia y algunos temas que me encuentro deslizando hacía arriba, me han inspirado para escribir en mi blog, este es uno de ellos. Y es que cada uno busca lo que le interesa y de esa manera se va generando un algoritmo que en la mayoría de veces, te deja ver contenido muy bueno y de calidad.

Quiero pensar que los motivos que llevaron a las directivas del programa a negarnos el uso de las redes, iba más allá del argumento que dieron, porque, me parece retrógrado que en las aulas se vea este recurso como el "enemigo" pudiendo ser un buen aliado.

Los invito a que se pasen por mi cuenta oficial del blog en TikTok, el contenido puede ser útil, jamás: "indecente", "inapropiado", "vacío", "ridículo".